Aquella noche, solo en cuerpo vivía...
murmuro el esclavo del vacio que me mira.
Mi esencia se tomo la modestia de ver la luna en vela. Cuando el tiempo se canso, la necesidad fue costumbre y la eterna rutina que nunca en cuerpo se expresa.
-"El muere mente..." me interrumpe en mi propia mente.
El antaño; distorsiono sin reacción, el verbo contemporáneo que se apiada del temor y vació, el precoz entendimiento de todos mis suelos.
Cercano o lejano; nació una leyenda fragmentada en una verdad individual, mientras indefendible la realidad se alejo en lo redimible de en puro proceso de asombro.
El cuenta cuentos, postrado de frente y creando al viento.
En lo imposible de la creatividad que forman mis pisadas, que alteraban su figura en túnica; esencia única.
-Como se mide un sabio moderno? " sin voz, moldeando el viento.
El silencio contesto sin destino. Se sostuvo de la infinidad de decisiones no tomadas en tiempo, pero si en lo eterno.
Escondí mi escéptico entendimiento y siempre mantuve el pensamiento personificando conceptos. Disfrazando una realidad mas allá y trascendental que simples palabras sin intención de propaganda a otros que las lean.
Entre estos párrafos viví, entre los espacios , puntos, comas y preguntas. Buscando aquel momento sin tiempo. Buscando la esencia , el motivo de el origen y el propósito del cuenta cuentos.
Quien arrebata mi realidad y me deja cautivo con la curiosidad de no despertar hasta encontrar el propósito de su lealtad...